La Bodega de Sada, que lleva el nombre del pueblo navarro donde se encuentra, fue fundada en 1939 como Bodega Cooperativa San Francisco Javier. Pocas veces sucede que el vino rosado sea el estandarte de una bodega, sobre todo fuera de Navarra, y sin embargo el de la línea Palacio de Sada es uno de los vinos emblemáticos de esta.
De un color rosa intenso, es un vino redondo, cargado de frutos rojos y cítricos, con un final largo de acidez firme. Es un ejemplo perfecto de los rosados de lágrima de la zona de la Baja Montaña, con un frescor que los hace irresistibles en los días calurosos. Apuesta segura año tras año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario